Durante los primeros años de vida, los bebés experimentan múltiples transiciones: del regazo al coche, de la teta a la mamadera, del colecho a dormir solos. En ese proceso, muchos encuentran consuelo en un objeto especial que les da seguridad y familiaridad. Ese objeto es lo que comúnmente conocemos como tutito o objeto de apego.

 

¿Qué es un tutito y qué rol cumple?

Un tutito es un objeto suave, muchas veces de tela, que el bebé asocia con calma, contención y presencia afectiva. Puede ser una mantita, un muñeco pequeño, una prenda con olor a mamá, o una combinación de todos.

 

Desde una perspectiva psicológica, los tutitos funcionan como objetos transicionales, un concepto desarrollado por el pediatra y psicoanalista Donald Winnicott. Estos objetos permiten al bebé experimentar cierta independencia mientras aún se siente conectado con sus figuras de apego, ayudando a regular sus emociones cuando mamá o papá no están cerca.

 

¿A qué edad se recomienda introducir un objeto de apego?

Aunque no hay una regla estricta, se suele recomendar su uso a partir de los 4 a 6 meses, cuando el bebé comienza a desarrollar conciencia de la separación. Antes de esa edad, aún no se ha formado completamente el concepto de permanencia del objeto (entender que algo existe aunque no se vea).

 

Es importante que el tuto no se introduzca como distracción, sino como parte de una rutina emocional estable. Puede formar parte de las siestas, el momento del sueño nocturno, los viajes o las visitas a lugares nuevos.

 

¿Qué características debe tener un buen tutito?

Al elegir un tutito, es clave considerar lo siguiente:

  • Seguridad: Debe estar confeccionado con materiales hipoalergénicos, sin piezas pequeñas ni partes que se desprendan fácilmente.

  • Textura suave y respirable: Especialmente si va a estar cerca del rostro durante el sueño.

  • Tamaño apropiado: Que el bebé pueda manipular fácilmente.

  • Fácil de lavar: Porque se ensucia con frecuencia.

 

Algunos bebés prefieren tutitos simples, otros se sienten más estimulados por aquellos que ofrecen elementos sensoriales como etiquetas, sonidos o texturas variadas.

 

Tipos de tutitos: ¿cuál elegir?

En la actualidad, existen tutitos que no solo entregan contención emocional, sino que también estimulan el desarrollo sensorial. Por ejemplo:

  • Tutitos de muselina: ligeros, frescos, transpirables. Son ideales para climas cálidos o para bebés muy pequeños que aún no buscan mucha estimulación táctil.

  • Tutitos con etiquetas y sonajero: combinan el objeto de apego con elementos de juego sensorial, como texturas diferentes o sonidos suaves que estimulan el oído.

 

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¿Sabías que…?

Estudios en desarrollo infantil han mostrado que los objetos de apego:

  • Ayudan a reducir la ansiedad por separación.

  • Favorecen el inicio del sueño autónomo.

  • Son útiles en procesos de transición como dejar el pañal, empezar el jardín, o dormir sin los padres.

Muchos adultos recuerdan con cariño su propio tuto de infancia. ¡Ese lazo emocional puede durar años!

Recomendaciones finales para introducir un tuto

 

  1. No lo impongas: déjalo disponible, pero permite que el bebé lo explore a su ritmo.

  2. Asócialo a momentos agradables: como la hora del cuento o el pecho.

  3. Ten uno de repuesto si es posible, para cuando toque lavarlo o se extravíe.

  4. Evita que esté mojado, sucio o desgastado en exceso, ya que puede ser fuente de bacterias.

 

En resumen

El tutito no es solo un accesorio más: es un aliado emocional en el desarrollo de tu guagua. Elegir uno adecuado, seguro y con intención puede marcar una diferencia significativa en su bienestar emocional, especialmente en momentos de cambio o estrés.

 

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